domingo, 13 de febrero de 2011

Viene y se vá.

Mientras hay vida y esperanza hay algo para construir, aferrados a un abrazo para subsistir al vértigo. Lunática, la sociedad y su látigo es verídico, sentimos pánico genético si estamos solos. Gestos románticos son raros, tiempos modernos, que se burlan de lo tierno y se distancian de lo eterno. Acostumbraros a sufrid por ellos yo fui creada, en el destello de un amor forjado desde lo mas bello, afortunada pase mi adolescencia tan perdida, pensando distraída que el amor no iba conmigo. A veces tan arrepentida de mí timidez, distante, sintiéndome distinta cada instante, de quien soy a quienes ame, a quienes falle. Pienso en las veces que mentí sin saber porque, aquella primera vez que creí estar enamorada, encadenado a una figura y deslumbrada, iluminada a sensaciones de avalancha. Enseguida fui olvidada en una cama fría y ancha, punzadas en mi tórax horas de llorar a solas, solas del primer amor que en esta orilla se evapora. En estos tiempos de huida el amor viene y va, cuando todo esta perdido otra luz vendrá, matara el frió sombrío de la soledad.
Los meses pasaron y entendí el error, del deseo desesperado por sentir calor, inocencia desvanecida en ritos de pasión herida, fui calmando mi apetito sin medida, coqueteos con el sida, prometiendo y sin ponérlo, y un móvil que no responde como única despedida, caminando y sin dar crédito, maldiciendo aquellos hábitos, sin merito vacíos y suicidas.
Si la tentación llamaba yo acudía, y me sacudía la monotonía de otro día, no podía abandonar el sudor que aquellos musculos me ofrecían, y en su lujuria me hundía y me derretía, y es que solo fui otra victima que creía ser verdugo, del sexo sin compromiso y de su placer mudo, cansada y alta volví a mi cuarto triste y oscuro, fué así como comprendí que sin amor no hay futuro.
Decidida a pasar página relajé mi consciencia, sequé las lágrimas vertidas por la providencia, retrasando la existencia, como única estrategia para olvidar mis carencias. Alcance la paz con la soledad de aliada, porque antes de sentir dolor mejor no sentir nada, hasta que un hada apareció de repente en mi mente, iluminando un corazón inerte. Me hablo y me dijo que el nunca se va para siempre, que el amor camina libre como el alma de la gente, que no entiende de añoranzas y lamentos, que solo vuelve cuando siente que llego el momento, ahora se que el amor guera de nosotros solo es viento, necesita de un cuerpo donde hallar cobijo y tiempo. Para madurar mientras nos murmura, voces de liz puta infinita que invitan a levitar, pero es caprichoso y marcha en busca de aventura, dejando el alma desnuda en manos de la locura. Solo nos queda esperar jugar con la soledad a oscuras, hasta que llega otra figura que nos cura.

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